Saturday, August 18, 2012
Wednesday, August 15, 2012
FB
quizá una buena solución a la melancolía hubiera sido que Facebook hubiera llegado más temprano y tuvieras un perfil y así visitarlo como altar, como tumba. hablo de ti por el sentimiento de culpa. ya que se me pase, tu recuerdo será como un fantasma, quizá también me olvide de los nombres, de los hechos que nunca pasaron. pienso que quizá ni siquiera es culpa y es más bien coraje. no es bueno hablar mal de los muertos pero fuiste un emo muy imbécil.
Wednesday, August 1, 2012
Cronopio
Soy un dibujo fuera del márgen, un poema sin rimas. Soy húmeda y verde, cabello nada espectacular.
Entre la solemnidad y el desmadre
Me llegó a pasar, antes de domar mis demonios, que de tanto sentir, terminaba siniendo nada, un vacío. Y el miedo de no volver a sentir jamás. Se tiene que llegar a esos excesos para descubrir el balance.
temblor...
hoy tengo ganas de publicar un poema de LM, así que aquí va:
Temblor
de la mirada
Luis Martignon
Ni tus cervezas, ni tus hijos, ni las escuelas
y los parques, ni el sonido atroz de las noticias en la tele, ni el esperma
a borbotones, ni los gatos, ni el saco negro, ni la boina calada, ni las
ganas de matar, ni las ganas de morir, ni la servidumbre, ni el martini
seco, ni The Cure, ni los libros azules, ni el teléfono celular,
ni el correo electrónico.
A veces, esta sucia computadora sirve, por lo menos, para armar espacios distantes pero vivos.
Pero nada puede ayudar a que la soledad no se cuelgue de mi cuello, de mis hombros, de mis pelos, de los sueños que mata a navajazos.
Hasta la mirada me tiembla de tanto verla, hasta mi voz es un trueno lleno de odio y horas vacías.
Hasta el tiempo es un hambre de acabarlo deprisa, tan rápido que permanezco inamovible, sólo temblando en la oscuridad...
Luis Martignon
A veces, esta sucia computadora sirve, por lo menos, para armar espacios distantes pero vivos.
Pero nada puede ayudar a que la soledad no se cuelgue de mi cuello, de mis hombros, de mis pelos, de los sueños que mata a navajazos.
Hasta la mirada me tiembla de tanto verla, hasta mi voz es un trueno lleno de odio y horas vacías.
Hasta el tiempo es un hambre de acabarlo deprisa, tan rápido que permanezco inamovible, sólo temblando en la oscuridad...
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