Una de las diferencias es que no odiamos la ciudad, al contrario. No queremos irnos. Los que nos vamos, regresamos. No nos asfixia, nos libera. No nos agobia, nos reconforta. El DF mata pero Tijuana es muy chica. El DF es una señora bella pero amargada y Tijuana es una muchacha fea de 19 años, ebria, fácilota, pero con todo el charm del mundo y la que sabes que nunca te dejaría abajo.
No comments:
Post a Comment